Era un día frío de otoño, el cielo estaba nublado y unas gotas delgadas apenas si humedecían la tierra... la calle esta cubierta de hojas secas y el viento traía consigo un aroma cálido. Los primeros rayos de sol se asomaban tras lar ramas peladas de lo arboles y yo contemplo la escena desde mi ventana, mientras tomo capuchino, estoy con mi perro en la falda y la luz de aquel farol me alumbra la cara... me hace sentir protegida.
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